La noche de ayer sábado se presentó Camila Meza en el Teatro Centenario de La Serena, en el contexto de la tercera versión del Festival Chile Jazz, que luego de ofrecer tres conciertos gratuitos en las ciudades de Santiago, Concepción y Valparaíso, llegó a la capital regional para cerrar una exitosa gira que incluyó la presentación del ganador del Grammy, Joe Lovano.
Camila Meza Bernstein (nacida el 22 de julio de 1985 en Santiago de Chile) es una cantante, guitarrista y compositora de género jazz, reconocida como una de las figuras claves del jazz chileno emergente.
En la oportunidad, El Día pudo conversar con Camila sobre su trayectoria nacional e internacional.
- ¿Qué te pareció la presentación acá en La Serena, dentro de todo el circuito que hicieron en el país?
Buenísimo, estuvo bacán. Creo que es la primera vez en La Serena que toco mi música y, en Valparaíso, había ido hace muchísimo tiempo, entonces para mí esos dos lugares fue como reencontrarse con un público que siento que habíamos estado en contacto por las redes sociales y finalmente pudimos sincronizar los dos temas.
- ¿Por qué crees tú que es necesario salir afuera para desarrollarse como músico de jazz?
Yo hablo desde un caso muy personal. En algún sentido en un minuto sentí que quería hacer más cosas, quería aprender de las leyendas de la música. Ir al lugar donde se hace esta música y desde ahí experimentar y crear algo personal.
Yo siento que no es necesariamente una obligación o que si no vas a New York nunca vas a tocar…No, hay muchos artistas chilenos que han logrado un nivel increíble sin haber ido a New York.
Para mí era importante porque yo quería enfrentarme a esa escena y aprender lo más posible. También, por otro lado, ha sido como un lugar de súper buena exposición para salir a otras partes del mundo también.
- ¿Es difícil en Nueva York desarrollarse como músico o entrar en el circuito del jazz?
Sí, yo creo que en todos lados hay un trabajo de paciencia, de constancia, de seguir día a día tratando de generar una comunidad o mejorar en lo tuyo, que es algo que se hace todos los días.
De la nada a ser parte de la escena de Santiago, también fue un desafío y de a poco lo fui logrando y me conseguí un concierto en el Club de jazz de Santiago. Es un proceso muy lento pero que si una va trabajando constante igual va creciendo inevitablemente.
- ¿Cómo una joven como tú se interesa por el jazz?
Yo creo que fueron dos cosas, una que mi familia escuchaba mucha música de muchos lados. Mi hermano, cuando yo estaba chica escuchaba mucha fusión que tiene que ver con el jazz con el rock, estilos que era muy populares en esa época en Chile.
Fue una búsqueda muy personal porque el jazz, la gracia que tiene, es que uno no sabe bien qué va a suceder. Algo nuevo va a suceder en la próxima tocata. Una siempre está en el momento y es refrescante, todas las veces que una toca, hasta la misma canción, puede ser distinta, tiene que ver con el momento. Tiene que ver con mi personalidad también, en todo ámbito siempre estoy buscando eso, de no quedarme pegada en rutinas y de estar presente finalmente.
- ¿Fue difícil tomar la decisión de hacer jazz?
No, fue muy natural. Fue una búsqueda lenta pero cuando descubrí que el jazz era una música improvisada y que además tenía todos esos colores, intenciones y toda esa sofisticación de la armonía, dije ya acá quiero quedarme para aprender y vivir esta música.
- Tú también has tomado raíces latinas: Brasil, Argentina, Chile. ¿Cómo fue esa búsqueda en la música?
También surgió de un proceso súper natural, como de estar versionando canciones del repertorio popular americano, que es lo que hacen los jazzistas, y darme cuenta que en el fondo esas canciones han sido tomadas por jazzistas porque son canciones como de una cualidad universal. Son canciones muy construidas que tienen una melodía muy bien desarrollada y todo eso, y me di cuenta que nosotros como latinoamericanos también tenemos nuestro propio estándar, que se llama, nosotros también tenemos nuestro estándar latinoamericano.
Fue como un proceso muy natural de si quiero cantar con él en español entonces busquemos en este repertorio que tiene canciones tan hermosas, que pueden ser tratadas de la misma manera, como improvisatorias y generar momentos de incertidumbre. Todo eso que nos gusta del jazz, se puede crear también dentro de una estructura, de una canción y ritmo latinoamericano.
- ¿Cómo ha sido el proceso de grabar discos?
Ha sido interesante también. Me doy cuenta que ha sido un proceso más de documentación de mi proceso como músico, más que voy a hacer el disco más increíble del mundo ahora. Es como en esto estoy ahora y quiero tener un recuerdo de esto a ver qué va a pasar años después.
Mi primer disco a la gente le gusta pero yo no sé si estoy tan convencida pero feliz de que puedan estar conscientes de todo lo que he vivido porque también eso me hace conocerme mejor como artista y estar más conmigo en el proceso de seguir conociendo más cosas.
- ¿Cómo ves la escena del jazz en Chile?
La escena del jazz en Chile es increíble, tiene músicos de súper alto nivel. Algunos de ellos han logrado internacionalizarse, que lo encuentro que sería increíble que sucediera para más personas porque en verdad hay muchísimo talento. Quizás es la única pared u obstáculo que tenemos, que estamos súper lejos del centro del mundo, nos cuesta viajar. Si queremos ir a Japón, por ejemplo, tenemos que viajar muchas horas. Entonces hay que trabajar el doble para lograr esa exposición, igual hoy día por internet tenemos la posibilidad de mostrar más lo que estamos haciendo pero es un poquito más difícil. Hay que trabajar mucho para poder lograr internacionalizar más y compartir con otros países, pero yo creo que se puede.
- El tema de que el jazz es una música masiva o de elite, ¿cómo ves tú eso?
En general yo siento que ese es un tema mediático. Quizás hay como una idea de los medios de comunicación…qué sé yo, las empresas les pagan para que promuevan a ciertos artistas y eso es lo que las masas escuchan. Pero eso no significa que una música como el jazz, que es tan variada…o sea, puedes escuchar muchísimos tipos de jazz y, yo creo que muchos de esos tipos de jazz, también tienen un potencial muy masivo. Y que si la gente se da la posibilidad de abrir un poco su mente y escuchar, y se dan la oportunidad de conocer artistas nuevos, quizás alguien que dice que es muy complicado, podría decir me encanta el jazz. Entonces yo creo que es un tema de elección personal, porque es muy difícil de que lo pongan en la radio, por el mismo tema que te estoy diciendo. Pero yo sí creo que si la gente se da la posibilidad de escuchar, puede descubrir cosas muy hermosas.
- ¿En tu último disco cuáles son las influencias o los temas que más desarrollaste?
Mi último disco es un poco más un cancionero personal porque son canciones mayoritariamente mías, son un reflejo de un periodo de tiempo, de un periodo de crecimiento personal y de búsqueda. Un poco reencontrándome con raíces, reencontrándome con la idea de hogar, de una manera metafórica, mucho más amplia que el hogar geográfico, pero que también lo incluye. Ese lugar donde nosotros como seres humanos podemos lograr una tranquilidad y una paz interior que es necesaria.