El humor es una disciplina a la que muchos aspiran, pero hacer reír a la gente no es tan fácil como parece y hacer una carrera a raíz de las carcajadas suele ser aún más complejo.
Pocos han logrado hacerse un nombre en el humor, así como Álvaro Salas es el rey del chiste corto y Stefan Kramer el rey de las imitaciones, Juan Carlos “Palta” Meléndez, se ha convertido en el soberano del humor político.
“Incluso creo que soy el único exponente de este tipo de humor”, manifestó sin rodeos el comediante, haciendo sólo una aclaración, “Kramer también utiliza la política para sus rutinas, pero él se dedica a la imitación y tiene una genialidad histriónica incomparable, en cambio yo me enfoco en el contenido”.
Y es que no se puede oír sobre el “Palta Meléndez” sin que inmediatamente llegue a la memoria la imagen de Salvador Allende y Augusto Pinochet, dos de las más grandes personalidades políticas de la historia de Chile, que, gracias al humorista, actualmente son capaces de congeniar en un mismo escenario.
Una de las presentaciones más recordadas de Juan Carlos fue aquella que dio en el Festival de Viña del año 2007. “No había pasado mucho tiempo desde la muerte de Augusto Pinochet y yo subí al escenario y lo imité a él y a Allende, dos figuras que han polarizado la historia del país”, recordó el humorista haciendo énfasis en que “ambos son vistos como héroes por unos y como villanos por otros, tienen la misma connotación, pero hay una diferencia, uno fue un traidor y el otro era un gran demócrata”, dijo tajantemente.
- ¿Por qué esa actuación fue tan memorable para usted?
“Ese día en la Quinta Vergara la gente se rió con las dos caras de la historia y lo hicieron de buena fe. Eso es lo que nos hace falta, conciliarnos, unir los corazones y pedir perdón, todavía hay mucho orgullo, esto va a sanar cuando haya un cambio generacional completo”.
LA FRASE
-¿Considera que alguna vez puedan olvidarse las diferencias políticas que se generaron luego del gobierno militar?
“Yo tenía 13 años cuando fue el golpe y eso me marcó. Me acuerdo de todo y por eso no entiendo a la gente, como a Evelyn Matthei que se niega a pedir perdón. Para que todo cese primero debe existir justicia, si no la hay esta herida va a perdurar para siempre, y esto se tiene que resolver de una vez por todas”.
DEL HUMOR AL DRAMA
Hace ya unos cinco años, Juan Carlos Meléndez se encuentra preparando su primera producción cinematográfica, “Allende, la película”, en donde se relatarán los últimos tres días de vida del expresidente.
-¿Qué representa la imagen de Salvador Allende para usted?
“Nadie ni en Chile ni el mundo conoce a Juan Carlos Meléndez el actor, sin embargo, con el sólo hecho de representar a Allende hay una cobertura mundial. Él es un personaje muy querido afuera y tengo la suerte de poder generar un parecido físico con él. Mucha gente cree que es el presidente Allende, no cree que soy yo”.
- Ya ha imitado a Allende en innumerables ocasiones, ¿qué cambios le ha significado encarnarlo en una producción dramática?
“El personaje de Allende es un gran desafío porque lo tengo que hacer desde el alma, no es sólo una imitación. Es un gran trabajo de personificación, tengo que mirar, pensar y sentir como él, hay investigación profunda detrás de esta actuación, he leído todos los libros que hablan sobre él”.
-¿Qué recepción cree usted que tendrá esta película?
“Es la película de Salvador Allende, hay un interés político y también místico de saber algo más sobre él. Es un trabajo muy ambicioso porque está hecho para el mundo, su distribución ya está comprometida para Europa y América. Llevo dos años viajando por el mundo para conseguir apoyo”.
-¿No ha recibido aportes gubernamentales para la realización de este filme?
“Toda la ayuda que he conseguido para esta película ha venido desde afuera porque en Chile nadie ayuda. Postulé tres años consecutivos a un Fondart y todo me ha sido negado. Los productores extranjeros no logran entender por qué el Estado chileno no apoya a una película histórica que tenga que ver con un Presidente de Chile, no entienden ese egoísmo”.
-¿Es la temática del filme la que habría mitigado la falta de apoyo o es lo que se acostumbra con el cine chileno?
“Es una película de Allende, se entiende que no nos hayan dado apoyo porque estamos postulando en un gobierno de derecha. Sin embargo, faltan políticas públicas que destinen más dinero a la industria cinematográfica”.
PROYECTOS A FUTURO
Actor de profesión, Juan Carlos Meléndez ha dedicado su vida al humor, sin embargo, tomó la decisión de retomar sus raíces e indagar en la industria dramática.
-¿Consideraría ocupar algún cargo político?
“Me encanta la política, me han ofrecido cargos, pero no los he aceptado. Soy artista y me gusta participar en la política a través del humor”.
-¿Por qué le acomoda tanto el humor político?
“Porque es muy especial, es de abajo para arriba, es decir, es el reflejo del sentir del pueblo. A través del humor uno puede decir muchas cosas, tiene más potencia que un cargo político porque me da libertad absoluta para decir lo que pienso. Si fuera militante ya no lo podría hacer”.
-¿Ha pensado en incursionar en otros estilos humorísticos?
“Estoy con un proyecto muy interesante, mi próxima rutina se va a llamar ‘Paltonimus’. Voy a hacer un humor en relación a cómo se ha conformado el hombre del siglo XXI, incluiré las dimensiones del hombre endeudado, segurizado, mediatizado y representado. Así nos clasificamos los hombres. Pero ahora estoy ciento por ciento avocado a la película porque es un proyecto muy personal”.