Disfrutar de ducharnos con agua caliente en las mañanas, de sentir el olor a pan tostado o la textura de una sábana limpia cuando nos vamos en la noche a la cama son las cosas que nos falta valorar según la investigación de Pilar Sordo, destacada psicóloga chilena que es catalogada como una de las 21 personas más influyentes de Chile y que en los años 2006, 2007 y 2010 fue elegida como una de las 100 mujeres líderes de nuestro país.
La autora del aplaudido libro “Viva la Diferencia”, que se convirtió en best séller con más de 70.000 ejemplares vendidos en Chile y el extranjero, jamás imaginó que su discurso atraería de manera tan masiva llegando a transformarse en una reconocida conferencista en países latinoamericanos, asesora de ministerios, colegios, empresas y columnista de distintos medios de comunicación para dar a conocer su mirada de la realidad basadas en exhaustivas investigaciones que ha realizado.
Hace pocos días estuvo de visita en Coquimbo para entregar un mensaje motivador a emprendedoras de la comuna donde explicó el poder de las emociones en el liderazgo de una empresa. Con un particular estilo y carisma, que hizo reír a carcajadas y al instante emocionar por lo certera de sus palabras, logró conquistar los corazones de la audiencia porteña.
En su paso por la zona y previo a comenzar una gira a Perú y Paraguay conversó con Diario El Día para analizar su carrera, cómo sus estudios han logrado ser una radiografía de los chilenos y sobre su última investigación que propone que el verdadero significado de la felicidad, está íntimamente vinculado con estar conectados con el presente, encontrarle sentido a lo que hacemos y a enfrentar los problemas de forma positiva.
¿Cómo explicas el fenómeno que han generado sus conferencias? ¿Cuál cree que ha sido la fórmula para llegar a la gente?
“No lo sé. Yo diría que la clave puede estar en que uso un lenguaje súper poco docto, intento que todo el mundo entienda lo que estoy diciendo, el sentido de humor, y probablemente porque no he tenido ningún pudor de mostrar mis propias fragilidades. Creo que eso hace que la gente no me vea allá arriba, sino que me sienta cercana”.
En otras entrevistas ha planteado que no es “gurú” ni que tampoco sus libros son de “autoayuda”, ¿cómo se define entonces?
“Como una psicóloga que es patológicamente curiosa (risas) y que tiende a tener mucha gente que me ayuda a poder canalizar esas curiosidades, a traducir y a mirar la realidad de una manera distinta, pero soy una mujer como cualquier otra y no siento que me tenga que definir como una manera especial”.
En su último libro “Bienvenido Dolor” publica una investigación que realizó en América Latina sobre cómo vivimos los conceptos de dolor y felicidad, ¿Cuáles son las razones por la que no somos felices los chilenos?
“La razón por la que en Chile nos cuesta tomar contacto con la felicidad, es porque tenemos asociada la felicidad con la alegría y no hay una capacidad de decisión de hacernos cargo de nuestra propia historia. Tenemos la gran virtud de nunca tener la culpa de nada, entonces frente a cualquier sensación de problema, la culpa la tiene otro y eso nos impide hacernos cargo de nuestros procesos vitales y desde ahí tomar contacto con la decisión de ser feliz de forma más plena”.
¿Cómo nos afecta el consumismo?
“Es erróneo suponer que teniendo más cosas vamos a ser más felices. Desde que comencé a hacer la investigación hasta hoy siento que hay una evolución en Chile respecto a eso. Creo que hemos ido entendiendo que eso no es así. Creo hay un gran porcentaje de chilenos que afortunadamente siente que el tener cosas no le está produciendo beneficio de nada. Eso es súper bueno, porque invita a procesos de crecimientos internos”.
¿Desde su propia experiencia (separación, viudez) cómo recomienda ser amigo del dolor?
“Diría que la palabra clave es aceptación. Hay que aceptar lo que no está llegando. En la medida que yo acepto, con todas las contradicciones, porque no es un aceptar en buena onda, es con la rabia, la impotencia, la desesperación, etcétera, es más fácil caminar de una manera más sana y más honesta”.
¿Cuál sería la clave para que la sociedad chilena sea más feliz? ¿Falta ser más agradecido y valorar el presente?
“Sí. La investigación lo que mostró es que la felicidad es una decisión y esa decisión se toma de la mejor manera en la medida en que uno es más agradecido. Además hay que centrarse en lo que uno tiene y no en lo que nos falta. Eso predetermina la actitud frente a la vida cuando hay problemas o dolores grandes”.
El libro “Viva la Diferencia” es uno de los libros que ha marcado su carrera, donde se habla sobre las diferencias de hombres y mujeres y de cómo aceptamos las diferencias. ¿Sigue siendo un defecto de la sociedad la poca aceptación a las diferencias?
“Sí, pero hemos ido avanzando. Creo que cada día tenemos más capacidad de tolerar lo distinto. Creo que nos falta muchísimo, pero desde que empecé a hacer la investigación en el año 1998 y el libro lo terminé en el 2006, ha cambiado mucho la cosa. Hoy hay menos problemas para hablar o expresar lo que pasa”.
Este libro fue la base de una aplaudida rutina del humorista Coco Legrand ¿Cómo se logra hacer una radiografía de la sociedad chilena con un punto de vista de humor?
“Creo que el Coco es un genio y tiene la capacidad de plasmar cosas que yo le muestro y grafico en investigaciones, que en sí mismas son graciosas y tienen material divertido”.
¿Cómo nos describes a los chilenos?
“Partiendo por los positivo, los chilenos somos gente noble, súper esforzada, con mucha fuerza interior, con una capacidad para pararnos asombrosa, con capacidad de levantarnos de crisis muy altas. Como cosas negativas, diría que tenemos pésima memoria, nos cuesta reírnos, somos poco alegres, poco agradecido, siento que somos quejumbrosos, nos sentimos muy heroicos por lo que hacemos. En general somos bien vistos desde afuera, somos considerados como el alumno bueno del curso, como el disciplinado, pero siento que el único elemento que yo le agregaría al chileno para lograr lo que queremos es la capacidad de gozo”.
Justamente en su libro “No quiero Crecer” señala que la actitud de los adultos tiene gran responsabilidad de que sus hijos teman crecer
“Absolutamente. Nuestro testimonio es tan negativo, tan apesadumbrado, tan cansado que hace que los niños y jóvenes no tengan ganas de asumir compromisos adultos, porque el problema que tienen es que no ven a nadie contento y mientras eso no cambie, ellos van a tener la sensación de sentirse igual”.
¿Con todos los problemas de bullying, drogadicción, que recomendación le daría a los padres para que se acerquen a sus hijos?
“Creo que tiene que apagar las pantallas y sentarse a compartir con sus hijos en espacios que no sean tecnológicos y empezar a hablar de la vida. Hay que ser capaces de incorporar ese tipo de comunicaciones para recuperar la confianza y entender que el bullying pasa por niños que no han sido bien educados en sus casas, porque desde allí perciben agresividad y otros elementos que los terminan descargando en su ambiente escolar”.
¿A propósito de los jóvenes, cómo evalúa el movimiento estudiantil?
“Creo que el movimiento estudiantil es súper necesario, que sus demandas son indispensables y correctas, lo que hoy paga una familia por la educación de sus hijos es una brutalidad. Lo que no me parece bien es la politización del fenómeno (…) Para que haya una buena negociación ambos tienen que perder algo. Si quiero ganarlo todo no puedo negociar de una buena forma y en esa medida está la posibilidad de encontrarse. Confío en la capacidad de negociación de los chilenos”.
Sobre el país que somos y el que queremos ser también nos habla en su libro “Lecciones de Seducción”…
“Así es. Mientras más libres seamos, más juguetones en el buen sentido de la palabra, mientras más nos conozcamos y nos queramos a nosotros mismos, mejores cosas vamos a poder entregarle a los otros”.
SU FUNDACIÓN
••• Pilar Sordo tras la muerte de su marido Oscar Letelier González en el año 2009 producto de un cáncer al páncreas creó en su memoria una fundación que hoy reúne a cerca de 50 pacientes con este tipo de enfermedad más el cáncer al pulmón.
La psicóloga señala que ahora están preparando una campaña de turbantes con el fin de dignificar la calidad de vida de quienes sufren la secuela se calvicie a consecuencia de las quimioterapias.