Nació como una inquietud y a la vez como una necesidad, identificada en materia de fortalecer las competencias y aprendizajes necesarios para los potenciales gestores culturales y artistas, pero convirtiéndose en todo un hito al ser la primera escuela de gestión cultural comunitaria, que tuvo más de 100 postulante quedando en su primera generación 30 seleccionados.
Y es que la Escuela de Gestión Cultural Comunitaria es un proyecto estrella de la gestión actual que lidera Daniela Serani, como Directora del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, junto a un equipo de más de 25 profesionales que son parte de ésta institución; quienes valoran esta iniciativa sobre todo por ser una creación conjunta que nace de un eficiente trabajo en equipo.
“La escuela de gestión cultural comunitaria es un esfuerzo anhelado. Sobre todo para quienes deseen perfeccionarse y adquirir herramientas pertinentes en materia de conocimientos y de redes vinculantes y que podrán obtener durante éste proceso. Queremos no sólo mostrar mayor oportunidades de formación, sino que entregar competencias para abrir un mercado del arte y la cultura más competitivo” enfatiza la Directora del CNCA Coquimbo.
El objetivo transversal de ésta escuela es entregar herramientas de gestión cultural adecuadas a la realidad de los artistas ciudadanos que desarrollan disciplinas artísticas de forma autodidacta sin formación académica, y de líderes y/o gestores culturales comunitarios, pertenecientes a organizaciones y agrupaciones de carácter ciudadano y/o comunitario de la Región de Coquimbo.
En este afán, el trabajo se efectúa de manera conjunta con el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte, liderada por su Director Luis Moncayo, quien enfatiza que ésta escuela “es una experiencia nueva que tiene una dosis de aventura – muy bien planificada – que da cuenta de una necesidad que en Chile muy poco abordada”, aludiendo a la existencia de muchos cultores y productores artísticos “que cultivan su arte con bastante experticia, pero que no siempre tienen la posibilidad de posicionar sus productos artístico-culturales en el mercado y en la sociedad en su conjunto”.
Esta escuela de gestión cultural, agregó, apunta justamente a agregar valor a la producción artística, entendiendo valor no solo económico, sino también valor social, cultural, subrayó. De paso, y junto con agradecer la confianza del Consejo de la Cultura y las Artes, adelantó que se está pensando a futuro en iniciativas más sistemáticas, como un diplomado en gestión cultural “que permita en un plazo de aquí a unos cinco años tener en la región un capital humano con experiencia en gestión cultural”, afirmó.
Almunos destacados
Entre los alumnos de esta primera versión se cuenta Rosa Quiñinao, original de la comuna de Carahue y desde hace cuatro años residente en la zona, donde se desempeña como monitora de telar a través de la Municipalidad de Coquimbo y en jardines infantiles de la JUNJI. De esta capacitación, espera que la ayude a adaptarse y desarrollarse en esta esta nueva comunidad.
Por su parte, Cristian Vera, vocalista y guitarrista de la banda Decomizo de El Palqui, dedicado desde hace 10 años a la música rock pop principalmente, afirma que tiene muchas ganas de perfeccionarse.
Así como ellos, alumnos de distintas edades, funciones pero de motivaciones conjuntas se han sumado en ésta travesía que espera lograr gestores culturales con un sentido comunitario y conciente de su entorno.
Cabe destacar que la escuela está dirigida a todas las personas de la región que tengan interés en la gestión cultural comunitaria y que se encuentre en la categoría de artistas ciudadanos, gestores culturales comunitarios y/o líderes culturales comunitarios.
Un ejercicio práctico
Hay que destacar que la proyección de esta Escuela de Gestión Cultural Comunitaria prospecta extender su formación a otras provincias de la región, de manera de descentralizar ésta oportunidad de conocimiento, pero a su vez entregar un ejercicio práctico de nuevas oportunidades para todos, lo que es parte de los lineamientos que a nivel de Gobierno se forjan en materia de igualdad, acceso a la cultura y desarrollo comunitario, lo que en este caso, beneficia directamente a profesionalizar el arte y la cultura local, desde nuevos talentos especialistas en el área.