La Serena, ciudad de las papayas, así es conocida por mucho tiempo la capital de la Región de Coquimbo y ello es porque el fruto amarillo ha sabido posicionarse a lo largo del tiempo en la cultura turística de quienes llegan a visitar la ciudad.
La posibilidad de comprar el fruto y los productos derivados ha dado un giro, por lo que ahora se puede conocer mucho más de este producto.
Para los viajeros se realizan tours guiados que enseñan el proceso de elaboración de los productos junto con dar a conocer un poco de la historia y de las propiedades naturales que posee la papaya.
Por la Ruta 41, en el kilometro 19 en dirección a Vicuña, ya se puede encontrar uno de los principales puntos de ventas de productos de papaya. Familias con tradición que se han mantenido en el rubro del agro y que ahora abren sus espacios para lo que se llama agroturismo.
De ahí en más son varios los puntos que ofrecen al turista la posibilidad de encontrar productos de papayas y conocer un poco más respecto a su elaboración.
Visitantes de todas partes del mundo llegan para conocer las bondades que ofrece el fruto típico de la zona. “Es algo muy novedoso, estar acá donde se ve el fruto en el árbol es maravilloso”, dijo Frederick, un turista alemán.
La papaya, según cuenta la historia, fue introducida al país por los españoles en la época de la conquista y se dio de particular forma en esta zona. Pertenece a la familia de las Cariacacease y al género Carica, con unas 40 especies, habitando las regiones tropicales y subtropicales a diferentes alturas sobre el nivel del mar. Es una fruta tropical muy dulce, de abundante jugo y realmente deliciosa. Es una fruta sumamente alimenticia que contiene vitamina A, B, y C, además trae consigo papaína, un fermento activo de propiedades muy usadas en medicina.
La papaya se puede consumir en forma de fruta fresca, jugos, batidos, helados, dulces o como parte de las ensaladas; es, además, una excelente fuente de vitaminas y antioxidantes, un poderoso digestivo natural.
Desde poder antiinflamatorio hasta distintas aplicaciones en procesos industriales se cuentan entre las propiedades de la papaína, una enzima que se extrae de la papaya y que permite utilizar el fruto en distintas dolencias como un medicamento natural.
La papaína que se extrae de la papaya es una enzima proteolítica, es decir, con capacidad para digerir las proteínas de los alimentos, similar a la pepsina, una enzima que está en nuestro jugo gástrico. La papaína también se utiliza en la industria alimentaria como ablandadora de carnes, en la clarificación de cervezas y otras bebidas. En la industria cosmética, se aprovecha su poder desmanchador y cicatrizante.
En Chile existe la variedad «Carica Candamarcensis », que corresponde al papayo de la montaña. Se caracteriza por ser muy dulce y aromático, de color amarillo, tamaño pequeño y forma alargada, piel delgada y muy rico en papaína. La ciudad de La Serena y alrededores es donde más se produce esta papaya y nos ofrecen las más variadas presentaciones: en forma natural, en licor, jugo, jarabe, al almíbar, bombones o secas al azúcar.
Leyenda de la papaya
••• Cuenta la leyenda que la hija de un cacique se enamoró de un joven conquistador español. Cuando el amor de ellos crecía una flecha desde la oscuridad mató al mozo hispano.
El alma del joven debió irse al cielo de su dios y ella quedó, sintiendo en su vientre un ser en formación. El cuerpo del español fue enterrado en un pedazo de la América que no alcanzó a conquistar.
Ella abrazó la tierra que lo cubría y su dolor fue tan intenso, que el Dios del amor decidió el milagro.
El llanto de la indígena regó la tierra de la sepultura del amado y empezó a crecer una yerba, que se transformó en un árbol, cuya fruta tuvo la forma de sus lágrimas, de color verde al comienzo, amarillo intenso al estar maduro, por lo que fue llamado el árbol de las lágrimas de oro.