Desde un comienzo se sabía que Elton John llegaría a Chile, y específicamente a Viña del Mar, con una serie de condiciones muy claras. Su viaje se extendería por sólo seis horas, con nulo contacto con los periodistas, sin ofrecer conferencia de prensa alguna ni asistiendo a espacios de televisión.
Además, cabe consignar una especie de “motorhome”, una casa rodante que se instaló en la parte trasera de la Quinta Vergara, en la cual se maquilló, cambió de ropa y descansó, lugar en que su staff más cercano también lo esperó.
El arribo de Elton John a la Región de Valparaíso, específicamente al aeropuerto Torquema, se produjo a las 16:25 horas de ayer, donde vestido con una salida de cancha negra bajó de la avioneta, por supuesto evitando todo contacto con la prensa.
Sin embargo, toda esa indiferencia pasó a segundo plano con el comienzo de su espectáculo, donde cautivó a las más de 15 mil personas que llegaron hasta el anfiteatro.
Cordial, saludó a la gente, agradeciendo en un inglés casi señorial a los presentes por estar presente. Y, por supuesto, con especial énfasis en las mujeres, pese su reconocida homosexualidad.
Sin lugar a dudas, un lujo para Viña del Mar contar con él, teniendo en cuenta que ha vendido más de 300 millones de discos y que es considerado por la revista Forbes como un músico tan popular como The Beatles.
Llamó la atención, además, que viajara acompañado de un equipo del programa Cargas Imposibles, que se centra en el esfuerzo tras el traslado de estructuras por el mundo y que emite el canal Nat Geo Latinoamérica, en especial por el cuidado que Elton John le da a su piano.
“Fue impresionante. Los quiero mucho a todos, esto superó las expectativas”, señaló el artista a los animadores, que en pocos minutos le entregaron todas las antorchas y gaviotas, para no caer en excesivos cortes a su presentación, antes de su rápida partida a Argentina.