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El Día
Este joven actor que integró un elenco en Chipe Libre, Príncipes de Barrio y Vuelve Temprano, entre otras series, y que tenían una cómoda posición en Santiago con todo un futuro por delante como ejecutivo de una inmobiliaria, lo dejó todo para radicarse en La Serena y comenzar un emprendimiento familiar y hoy también administra un restaurante en La Avenida del Mar.

En el capítulo  76 de la nocturna Vuelve Temprano (TVN) el  detective Astorga provocó impacto en la audiencia por su trágica muerte. Al periciar la casa de Hans (SantigoTupper)  el integrante de la BPI comenzó a derribar un muro, ignorando que atrás había una bomba. Al golpearla, la casa explotó en un olvidable efecto que terminó con la vida de Astorga. Ese papel que se pensó en secundario fue interpretado por Felipe Pinto cuyo trabajo fue comentado profusamente en las redes sociales. 

Fue el momento en que su figura comenzó  a dar que hablar. En el 2010 fue el actor de la película “Drama”  y protagonista masculino de “Joven y Alocada” (2012) en el rol de Tomás. También tuvo un papel en la nocturna de canal 13  Chipe Libre, donde interpretó a Lucas Ruiz, hermano de Julieta (Fernanda Urrejola).  Actualmente Pinto está radicado en La Serena, aunque lejos de las cámaras, las luces y set de televisión. Lleva casi ocho meses  en la capital regional. 

Confiesa  un magnetismo con La  Serena, “es hermosa, hay varios tipos de climas y  lugares que podemos recorrer”, destacó en  entrevista con el programa Siete Días de radio Mistral (95.1) el domingo 12 de enero. 

Admite que precisamente fueron estos  antecedentes de la ciudad que lo llevaron a dejar todo en Santiago, principalmente un cómodo trabajo como ejecutivo de una inmobiliaria donde se estaba haciendo un prestigio. “El venirme a La Serena fue para mejorar la calidad de vida de mi familia. Sabemos el ritmo agitado y el clima que tiene Santiago, como el smog y todos andan un poco acelerado y eso no es característico de acá y eso es lo que andaba buscando para vivir. Me gustó”, remarca

Insiste que  para él no es tema el costo o lo arriesgado de su decisión, sobre todo cuando actualmente los jóvenes buscan estabilidad económica o la obtención del poder. “La verdad es que eso tiene que ver un poco con lo que me forjó mi padre”. 

Para Felipe el tema es sensible. Perdió a su progenitor  cuando tenía 13 años y debió  apoyara sus hermanos menores. “Algo que dejó tatuado mi viejo  en mi corazón fue la aventura y él hacía eso”. 

Por su trabajo en la Armada le tocó vivir en numerosas ciudades (más de 20). “Claro,  estaba seguro con un buen trabajo y puesto en una inmobiliaria en Santiago y trabajando como actor, porque en la empresa me daba la oportunidad de hacerlo, pero la verdad es que tenía ese sentimiento de poder arrancarme un poco de Santiago y aventurarme con algo. A mí me gustan mucho los dichos y ‘el que no se  arriesga no cruza el río’, así que me tiré no más y mi familia me apoyó y estamos acá a darlo todo”. 

La apuesta personal

Su madre se radicó en la capital regional hace una década con sus hermanos. Incluso, con uno de ellos efectuó una inversión  y actualmente están en proceso de realizar un centro deportivo cerca de la Colina El Pino. “Esa  fue como la idea principal de venir  a montar eso”, explica. 

Sin embargo, en medio de este desafío le ofrecieron  hacerse cargo  de la administración del restaurante la Estación ubicado en la Avenida del Mar. El tema no le era desconocido luego que  en Santiago varias veces trabajó como garzón. “Se hizo una reestructuración. Estoy trabajando con un chef, donde los dos somos nuevos, quien viene de un hotel en Vitacura. Igualmente es joven y tiene  bastante experiencia”. 

El objetivo es resaltar los productos de la zona como los ostiones,  machas y pescados, “y la idea es que la gente viva una experiencia grata, tanto como en el servicio o la parte culinaria y colocar al cliente al centro”. 

Como usuario admite que  en algunos casos concurre a locales donde todo es impersonal, “y no te genera una calidez, es por ello que la idea es conectarnos con la gente y más temprano que tarde estaré haciendo conexiones y tratando de gestionar algo”. 

Empuje regional

Por ahora su veta de actor está en un segundo plano, pero  entre risas, recurre a otro adagio popular, “el que nace chicharra muere….dicen…La verdad es que tengo 31 años , me considero una persona joven y la vida está llena de oportunidades. Amo la actuación y me encanta”.  Es por ello que anticipa que una vez que concrete los objetivos que se ha trazado le gustaría reencontrarse con la actuación.

“Quizás acá en la región, no necesariamente volviendo a Santiago, que además, estamos a un paso, si se da la oportunidad lo más probable es que lo haga, pero,  por el momento, estoy un poco distanciado, aunque no creo que lo deje, sino que buscar la manera de reencontrarme de la mejor forma y me encantaría que fuera en la zona”.

Por ejemplo , destaca el festival  de cine que se desarrolla en la zona, “y que cada vez atrae más gente”. 

Disfrutando del anonimato

A pesar del éxito que tuvo  en teleseries reconoce que en el restaurante  le ha sacado partido al anonimato. “Lo más choro de esto es que las modas, los actores, la pantalla y el Instagram es todo tan rápido y bastante información, que sí, cuando conversamos con alguien, algunos me dicen, ‘como que te he visto en algún lado’ y alguno se acuerda, pero ya  no está tan latente cuando estaban saliendo las producciones al aire, pero no es algo que me haga ruido o me preocupe. En el fondo, la verdad es que no me interesa que me reconozcan”. 

 

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