¡Llegó la Navidad! Casas de la conurbación sorprenden con coloridas y mágicas decoraciones

Los últimos meses del año están marcados por la llegada del verano y las altas temperaturas, pero también de aquellas festividades tan esperadas por grandes y pequeños.  

Si bien la tradición cristiana dice que el árbol navideño debe decorarse el 8 de diciembre, algunas familias comienzan en noviembre con los preparativos, fecha que se ha convertido en una verdadera fiesta para aquellos que deciden celebrar con todo la magia de la Navidad.

Es indudable que esta época suele estar marcada por el estrés de la búsqueda de ciertos regalos a última hora, sin embargo,  hay quienes viven de otra manera el espíritu navideño, como por ejemplo, decorando de manera especial sus hogares.

Dentro de la decoración navideña existen distintos grados, están aquellos que deciden adornar el interior de sus casas y los que prefieren llenar de luz sus fachadas como si se tratara de un mágico parque de atracciones; trineos, viejos pascueros, renos y luces de todo tipo son solo algunos de los adornos que se pueden apreciar en distintos sectores de La Serena y Coquimbo, así lo demuestran las fotografías que nuestros lectores nos han enviado.

La decoración tiene la capacidad de representar nuestra personalidad y carácter, como dar a conocer a los demás  lo que somos interiormente, cómo nos sentimos y qué es lo que nos gusta.

Un psicoanalista inglés asegura que quienes anticipan la Navidad, suelen ser personas mucho más felices que el resto, ya que esta fecha les trae recuerdos de momentos felices de su infancia,

“En un mundo lleno de estrés y ansiedad, a la gente le gusta asociar cosas que los hacen felices y las decoraciones navideñas evocan esos fuertes sentimientos de la infancia”, aseguró al portal británico UNILAD, el psicoanalista Steve McKeown.

El entusiasmo de algunos es el que incentiva a los vecinos a ornamentar de manera mágica y alegre sus casas, convirtiéndose en un verdadero panorama para recorrer a pie o en auto estos parques navideños capaces de transportarnos a inolvidables postales de películas.