Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Los artistas del Circo Gigante de México, ansiosos por su debut del próximo viernes, relatan los difíciles momentos que han vivido a causa de la crisis. Autoridad recalca importancia de esta actividad cultural y patrimonial.

Comenzó el mes de la primavera y de los festejos y con ello la conmemoración del Día Nacional del Circo Chileno, el cual se celebra desde el 2017 el primer sábado de septiembre, honrando la trayectoria y el trabajo de los artistas circenses, que se lucen con payasos, acrobacias y magia. 

A menudo el brillo, las luces, la música, las risas, los espectáculos extravagantes, así como también el olor a manzana confitada y palomitas nos transportan a nuestra infancia, a cuando disfrutábamos de presentaciones deslumbrantes de circos y las puestas en escena de sus artistas. 

En este sentido, el Circo Gigante de México reabrirá sus puertas el día viernes 10 de septiembre a las 20:30 horas, luego de 1 año y medio de haber permanecido en las sombras por la pandemia. Sin embargo, como requisito, los espectadores deberán contar con su pase de movilidad para ingresar a la función. 

Según indica el director general del Circo Gigante de México, Fernando Sánchez, las funciones contarán con espectáculos de alto nivel para deleitar a toda la familia, entre ellos, trapecistas, acróbatas, moticiclistas, el globo de la muerte, el auto robot, payasos y una puesta en escena de La Bella y la Bestia teatralizada.

En cuanto al valor de las entradas, el director indica que estas rodearan desde los $5.000 mil pesos hasta los $12.000 mil pesos para niños y adultos y también tendrán a la venta palomitas, algodón de azúcar, manzanas confitadas, cuchuflis y otras delicias circenses. 

Optimismo

El director, en relación al debut que se aproxima, comenta que, “nos sentimos más que preparados, motivados, con mucha alegría en el corazón por nuestro debut, ya que estuvimos mucho tiempo parados, sin hacer lo que nos gusta y lo único que sabemos hacer, es hacer circo, hacer reír, hacer emocionarse a la gente, llevar la alegría al alma, al corazón y al espíritu de las familias”.

En este sentido, enfatiza que como familia circense, tenían una idea equivocada sobre lo que creían las personas sobre ellos, “nosotros pensábamos que a la gente le gustaba el circo como espectáculo, como entretención, pero en la pandemia nos dimos cuenta que la gente le tiene cariño al circo, porque les da un sentido de pertenencia”. 

Del mismo modo, agrega que recibieron mucha ayuda por parte de la gente de Coquimbo desde el primer día de la pandemia, recibiendo cajas de víveres, ayuda de vecinos del sector y de la comuna en general, comentando que “toda esta ayuda nos conmovió hasta las lágrimas y aprendimos que la gente nos quiere”. Además, añade que “Coquimbo nos dio una lección de vida muy grande, la grandeza de una ciudad y de un país, no está en la cantidad de habitantes que viven en ella, la grandeza está en el corazón de las personas y en ese sentido, Coquimbo es lo más grande, gracias por el cariño, por su apoyo, por su enorme corazón, por su nobleza y por la tremenda humanidad que tienen como pueblo y como cultura”.

Ansiosos 



El Circo Gigante de México, cuenta actualmente con 42 personas que contribuyen en distintas áreas, desde lo artístico, hasta lo técnico y administrativo. Entre ellos están Mirko e Ismael, dos jóvenes malabaristas que trabajan como dupla en los espectáculos hace más de 4 años, estos comentan sentirse “ansiosos y felices de poder presentarnos el próximo viernes, pues desde pequeños practicamos el arte circense, prácticamente nacimos en el circo”

Yerko o “el ángel del cielo”, como lo llaman, también es un joven de familia circense, quien se dedica a los números de altura, siendo su fuerte la tela acrobática, según explica, “desde pequeño anduve jugando y colgándome por las telas, hasta que me dediqué a ellas y se convirtieron en mi show estelar”. 

No obstante, el joven de las telas comenta que la pandemia fue muy chocante para él, hasta el punto de sufrir una depresión, “tuvimos que reinventarnos, dejar las luces por hacer palomitas y salir a la calle a venderlas”, sin embargo, cuando les avisaron de la apertura del circo, “comencé a revitalizarme de nuevo, porque volvería a las pistas, me siento extasiado, quiero que llegue el día del debut, de sentir otra vez al público”.

Esperado regreso 



Como el Circo Gigante de México son muchos los artistas que podrán ir retomando la actividad de la mano de la mejoría del escenario sanitario, tras difíciles meses de restricciones.  

En esta línea, el seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Francisco Varas, indica que “el circo es una actividad cultural que es patrimonio identitario de todas y todos los chilenos” y de ahí su importancia.

La autoridad hace una invitación general a todas las familias de Coquimbo y de la conurbación a asistir al debut, detallando que, “la familia circense los necesita, además el circo cuenta con toda la seguridad para poder entregar un espectáculo de primer nivel, pero también un espectáculo seguro para nuestros públicos”. 

Igualmente, Hugo Prado, representante del Departamento de Cultura de la Municipalidad de Coquimbo, señala, “estamos muy contentos que vuelva el circo a nuestra ciudad. Culturalmente el circo ha marcado generaciones, entregando su arte de manera entretenida para incentivar a los más pequeños a presenciar espectáculos artísticos culturales que es por donde nos pidió que trabajáramos nuestro alcalde Ali Manouchehri”. 

 

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