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Era activa no solo intelectualmente, sino que también socialmente, ya que en su vida se vinculó a numerosas organizaciones y también escribió varios libros de poesía y de cuentos que le valieron el respeto y el reconocimiento de sus pares, por la calidad de su trabajo.

La poetisa Oriana Mondaca falleció hace algunos días luego de darle dura batalla a un cáncer que la aquejaba, pero que nunca la amilanó y siguió trabajando en sus creaciones hasta última hora, así da cuenta su obra literaria y un trabajo audiovisual que se está terminando aún sobre ella.

Si bien sus primeros dos o tres años los vivió en el sector de Quebrada Honda, de donde eran sus padres, pronto su familia se afincaría en La Serena y es aquí donde realiza todos sus estudios hasta llegar a graduarse de profesora de castellano en la Universidad de La Serena.

Fue precisamente en sus años de universidad cuando se inicia en el mundo de las letras, luego que realizara su memoria con una amplia investigación sobre Gabriela Mistral y de donde años después saca un extracto para el libro que nombró como “Sentimientos Religiosos y Alusiones Bíblicas de la Obra de Gabriela Mistral”, que es un apoyo para poder entender la poesía de Mistral.

Quienes la conocieron dan cuenta no solo de su calidad con la pluma, sino que también humana, ya que siempre estuvo preocupada de educar, tal es así que llegó a ser rectora del Liceo Gregorio Cordovez y posteriormente  del liceo Marta Brunet. Pero también fue orientadora del Liceo Ignacio Carrera Pinto de La Serena.

Era una excelente declamadora, por lo que por muchos años fue invitada a recitar, especialmente obras de Gabriela Mistral.

Se casó con Eduardo Alcayaga, con quien tuvo tres hijos, aunque posteriormente se divorciaron.

Autora de libros como “Lienzo de Verónica” Editorial Albricias, año 2017. “Un ángel para mi abuela”, cuentos. Editorial Forja, Año 2018. Tiempo de tinta roja en página negra. Año 2018. Cuentos de mujeres para mujeres. Editorial Mestiza. Año 2019. “Retratos”. Mago  Editorial. Año 2020. “Paréntesis”, Mago Editorial, Año 2020.

Su amiga y también escritora, Marcela Reyes, recuerda que “ella siempre se destacó por su amor a la literatura, la invitaban a recitar porque declamaba muy bien, entonces participaba en muchas ceremonias en esos tiempos que se realizaban acá en La Serena. El golpe de estado la pilla estudiando y la familia se tiene que devolver a Quebrada Honda, como por protección por todas las horrorosidades que ocurrían. Después entra a estudiar castellano en la Universidad de La Serena, donde fue una alumna destacada desde el primer momento. En esa época se casa con su único esposo y tiene tres hijos”.

Si bien ella no escribió desde muy joven y dedicó tiempo a la literatura los últimos 15 años, su obra es bastante prolífica tanto en prosa como en poesía.

Así lo plasma Marcela Reyes, señalando que “la primera parte de su vida ella no escribe, lo hace los últimos años, aunque en la universidad en su tesis hace una investigación sobre Gabriela Mistral”.

La municipalidad de La Serena la reconoció con la medalla de la ciudad, galardón que se lo entregó el propio alcalde Roberto Jacob, como manera de destacar el importante aporte que fue.

 

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