Con la música característica de “El Club de la Juventud”, programa radial que creara y animara por muchos años en la Radio Guardiamarina Ernesto Riquelme de Coquimbo, fue sepultado, al mediodía de ayer, el hombre de radio, historiador y escritor, Juan Ramírez Portilla.
Previo a ello se ofició una misa por el eterno descanso de su alma en la parroquia Buen Pastor, en un marco de recogimiento y pesar por parte de numerosas personas que coparon el sagrado recinto.
Al finalizar la eucaristía intervino uno de sus familiares cercanos, Silvana Guerrero, quién reseñó pasajes de la vida del profesional y de los momentos inolvidables compartidos con sus más cercanos.
“Fuiste un gran comunicador, dijo, con tu profunda y microfónica voz llegabas a todos los lugares del puerto por medio de tu querida radio Riquelme. Creador del programa el Club de la Juventud que tuvo cientos de socios y con una cortina musical característica”.
Recordó su trabajo literario, mencionando los libros con la historia de Coquimbo que, incluso, fueron reeditados, además de contar con material fotográfico inédito.
Hizo especial mención a un anhelo que, lamentablemente, no alcanzó a cumplir y que fue la creación de un museo ya que se disponía de un valioso material recogidos en todos sus años de trabajo, en especial fotografías, cintas magnetofónicas , apuntes y datos publicados en la prensa, principalmente, en diario El Día.
Un museo en espera
En la oportunidad el Jefe de Gabinete del municipio, Juan Carlos Rojas, dio lectura a un mensaje del alcalde Marcelo Pereira en la que, junto con expresar el pesar por la partida de este destacado coquimbano y entregar las condolencias a la familia manifestó la disposición de trabajar para lograr que se hiciera realidad su sueño, el contar con un museo para exhibir el material de que disponía.
“Trabajaremos para que ese gran legado no se pierda, pues continuaremos realizando acciones para concretar el ansiado museo comunal, un espacio destinado a conocer los distintos momentos que ha vivido nuestro Coquimbo y sus libros y el material recopilado en los últimos setenta años tendrán un espacio especial”.
A la salida de templo hubo un grupo de personas que le tributó también el último adiós cuando el cortejo se dirigía hacia el cementerio municipal.
En el camposanto, a nombre de los amigos despidió sus restos el periodista Rubén Aguilera Vega quién compartió muchos años en la actividad radial la que fue cuna, también, de muchos locutores, periodistas, radiocontroladores y discotecarios, haciendo especial mención a su calidad humana.
Juan Ramírez Maluenda, a quién cariñosamente su padre llamaba John John, fue el encargado de agradecer a los asistentes las muestras de aprecio de amigos y de quienes le conocieron en su faceta humana y profesional, mientras se apagaba, lentamente, la melodía que fue la “cortina musical” del Club de la Juventud.
RECUERDOS ENTRAÑABLES
Rebeca Lira
“Lamentamos profundamente su partida porque con Juan Ramírez participamos de muchas de las actividades organizadas por la radio, como el Primer Festival del Humor que tuvo lugar en La Herradura o bien cuando se traían artistas que conformaban el Show 007 de Oscar Arriagada. Era muy querido y tanta gente que le ha acompañado hoy es un muestra de ello porque marcó a toda una generación de coquimbanos y deja un valioso legado.
Patricia Peña Tapia
“Fuí la última vicepresidenta del Club de la Juventud y siempre socio, desde los primeros días en que se formó este club al alero de Radio Riquelme. Recuerdo que cuando se cumplieron los 40 años organizamos una fiesta en el ex Club Social y aunque ya no estaba el programa se contó con la presencia de muchos socios y socias. Fue una época dorada para la radio y quién, por esos entonces, no recuerda lo que fue la radio para los coquimbanos”.
Silvana Guerrero
“Participamos junto a mi esposo, también fallecido este año, a todas las fiestas familiares y por eso puedo decir que lo conocí como ser humano y como periodista. Pienso y deseo de todo corazón que lo que prometieron ahora por parte de las autoridades se concrete y que este museo que el tanto quiso se creara pueda ser una realidad y que ojalá lleve su nombre porque se trata de un material muy valioso que merece ser rescatado porque se trata de parte importante de la historia de Coquimbo.