• Este sector conocido como “El callejón del tesoro” es el barrio Las Peñas con sus 444 escalones.
Crédito fotografía: 
Cristian Carvajal
Probar un delicioso “caldo de bola” o intentar con un reponedor platillo de encebollado; conocido como el “rompe colchón”. Caminar por el renovado Malecón 2000 y subir los 444 escalones que dan hasta la cima del Monumento Patrimonial Faro Santa Ana, son algunas de las interesantes posibilidades.

Por Cristian Carvajal

“Antes que se devuelva a su país con nuestra jefa de carrera la licenciada Ana López queremos invitarlo a desayunar comida típica de nuestra cultura guayaca. Queremos que pruebe un plato nuestro. El encebollado, pero éste no es cualquier encebollado, a este encebollado le conocemos en Guayaquil como el rompe colchón”, me asegura denotando con un tono de voz especial y con algo de picardía y humor local, William Viteri, guía profesional y académico de la Escuela de Turismo y Gastronomía Universidad Tecnológico Espíritu Santo. Por supuesto, que no me hice de rogar y accedí a la tentadora  invitación de probar nuevos sabores.

Al día siguiente, antes de las nueve de la mañana estábamos los tres sentados al interior de “La Cevichería Guayaca”, - en Urdesa- sector norte de Guayaquil disfrutando de nuestras copas “rompe colchón” rebosantes de mariscos frescos y  de pescados recién marinados en un exquisito ceviche acompañado de patacones de plátanos fritos, más una cerveza fría (también ofrecen limonada y  jugos naturales), para comenzar el día como decimos en Chile con un “desayuno de campeón” como para volver a mi país más que feliz tras 6 días de visita en Ecuador. No obstante, los días previos me sirvieron para conocer tanto el lado sur como el lado norte de la ciudad. Así aprendí que en el lado sur es donde se ubican las  “pollerías” y “cocinerías” donde es posible almorzar comida local. Por ejemplo, las ofertas en la avenida “Boulevard 9 de Octubre”, pleno Casco Histórico de la ciudad, los menús consisten en un plato de entrada, segundo plato de carne guisada, asada o pollo frito con arroz y un vaso de limonada. Todo  por dos y medio dólares, algo así como unos $1200 chilenos.   

 

El exquisito “caldo de bola”

Tras descansar en el hotel donde me hospedé por unas noches - después de viajar desde La Serena a Santiago-  luego de 6 horas de vuelo para llegar de madrugada a Guayaquil. Es importante y necesario disfrutar de un almuerzo reponedor. Fue así que con algo de apetito producto del cambio de horario – una hora menos en Ecuador- iba caminando por calle Lorenzo de Garaycoa, cuando me conecté con los aromas de la comida casera que se vendía a eso del mediodía y observando  las mejores ofertas y los platos que más se ofrecían, di con el lugar correcto para detenerme a almorzar.

En  estas cocinerías se comparte la mesa con el comensal que se sienta primero, el servicio es express y por una módica suma de dinero puedes degustar platos como el “caldo de bola” o los típicos encebollados de mariscos. El caldo de bola fue lo que más me gustó, me llevó a flashback a los caldos de mi abuela porque tiene un sabor similar a la  cazuela de vacuno con chuchoca chilena. Sin embargo, “el caldo de bola es una de las recetas tradicionales de la gastronomía guayaca. La bola al centro es de plátano rellena con carne y pasas, la cual se hierve durante horas al interior de una olla con huesos de vacuno, trozos de papas y de maíz. Es un sabroso caldo rico en proteínas, calcio y carbohidratos”, me explica  Tomás López Armendaris, presidente American Culinary Federation Ecuador, luego de comentarle mi buena experiencia comiendo en los mercados del centro de Guayaquil, me comenta que con las nuevas generaciones de cocineros ecuatorianos profesionales  en toda la zona de la región del “Guayas” se ve un importante trabajo para mejorar las experiencias gourmet utilizando recetas ancestrales presentándolas como atractivos productos asociados al turismo de intereses especiales.     

 

El caminar por la avenida malecón 2000

Si se camina en dirección al río Guayas bajando por  la calle “Boulevard 9 de octubre” se accede a la Avenida Malecón 2000 donde están los restaurantes que atienden turistas a la hora de almuerzo y luego a la cena. También existen zonas de juegos, cines artesanía y parques para disfrutar de la sombra de los árboles del lugar, ya que es un destino turístico bastante caluroso, por lo cual se recomienda llevar ropa liviana. Al final del malecón hacia el barrio de Santa Ana se encuentran el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo MAAC Guayaquil.

El acceso es gratis para el público interesado en conocer las salas donde se ubican diversas estatuillas de la sociedad prehispánica Manteño Huancavilca, todos objetos confeccionados en piedra y greda de hace 10 mil años atrás. También a los pies del cerro Santa Ana se encuentra abierto gratis para el visitante el Museo del Bombero Ecuatoriano  Félix Luque Plata, que exhibe al interior del cuartel un valioso legado del devenir histórico ocurrido tras los principales incendios y catástrofes que ha enfrentado la comunidad en los últimos siglos con la ayuda de los bomberos de Guayaquil, comenta Doménica Barahona, consultora turística y bombero voluntaria en la ciudad.         

 

La puntilla y ciudad de Samborondón

En el lado norte de Guayaquil se encuentra el sector más exclusivo de la ciudad donde se encuentran los mejores hoteles, restaurantes y centros comerciales como “Plaza Lagos”. Todas esta inversiones nacen de la mano del sector inmobiliario que desde la hace un par de décadas  consolidan el desarrollo de la ciudad satélite del Cantón (Municipio) de  Samborondón. 

“El aumento del cantón demandó mejores servicios básicos, más educación y centros de salud. Razón para que Samborondón se expanda en accesos viales para su progreso”, lo que les permitió mejor conexión con Guayaquil, explica José Yúnez, alcalde de Samborondón. Coincide en ello Mariano Proaño, vice ministro de Turismo de Ecuador, “la infraestructura ha mejorado mucho, hasta hace unos 10 años atrás Guayaquil no era nada en términos turísticos.

Ahora con el desarrollo de proyectos inmobiliarios en el sector de Samborondón se ha logrado proponer esta ciudad como una oferta de turismo competitivo que interese a potenciales visitantes”. Un ejemplo es el exclusivo hotel boutique Del Parque Histórico. Todas las habitaciones se encuentran ambientadas en lo que fue  un casona patronal del siglo XVIII, por lo mismo todo el palacio fue refaccionado, sus baños son de mármol de Carrara”. A solo en dos años desde su inauguración en su exclusiva lista de clientes figuran artistas como Shakira y Luis Miguel, comenta Daniel Villafuerte, gerente de ventas y mercadeo de la cadena hotelera Oro Verde (www.hoteldelparquehistorico.com)

Guayaquil ofrece amigables lugares para conocer y disfrutar.

Los 444 escalones del barrio Las Peñas

A Guillermo Tomalás Villa, lo encontré  escuchando su radio fm sentado en el escalón número 296 del sector denominado “El callejón del Tesoro”. Asegura tener “82 años de edad, 62 años casado con mi esposa. Tengo 18 nietos y 8 bisnietos”. Guillermo es amable y al parecer le gusta conversar (…) Luego me adelanta que tenga cuidado con el sol y la alta temperatura del mediodía de Guayaquil (por esos días 32ºC a la sombra), ya que para acceder al mirador del Faro Santa Ana es necesario subir 444 escalones hasta la cima. Al barrio de Las Peñas se ingresa través de una empinada pendiente cubierta de escalinata y es la única forma que tienen los residentes para llegar hasta sus domicilios y los visitantes para conocer el faro.

Este popular barrio fue rescatado por las autoridades desde hace algunos años para convertirlo en una ruta turística, ya que conecta además al  visitante con la mejor vista panorámica de la ciudad. Ya en la cumbre del cerro Santa Ana se encuentra el faro del mismo nombre, la cual se puede acceder gratis y tomarse fotos con el personaje típico de Guayaquil, la estatua de “Juan pueblo” y su particular guayabera. Ya casi al atardecer del día, en la cima del faro me encuentro al azar con Dayana,- la muchacha ecuatoriana que aparece en la  fotografía posando- y gentilmente al ver mi cámara fotográfica me solicita  que la retrate desde lo alto del Faro Santa Ana, el cual representa una nueva luz con la calidez y amistad del pueblo guayaco.

 

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