La vida de Leonor Allende, la conocidísima Miss XL, ha estado marcada por la pasión. Pero también ha pasado por momentos difíciles, lo que le cambiaron la vida radicalmente. Pero paulatinamente fue avanzando hasta llegar al éxito.
Ella ha logrado crecer, hasta desarrollar un concurso de belleza masivo a lo largo del país, que tuvo bastante éxito en La Serena con motivo de la celebración del Día de la Madre durante 2016, realzando el atractivo de las “gorditas”. “Fue el concurso más lindo que he hecho de los Miss XL. De hecho el trabajo realizado con Mauricio Brown fue excelente, de hecho diría que trabaja casi al mismo nivel que Viña del Mar”, destacó, recordando que ha efectuado más de 40 de estos concursos a lo largo del país, y asegura que el alcalde serenense, Roberto Jacob, es uno de sus “regalones”, destacando que es un ‘gentelman’.
Lo cierto es que está por verse la fecha de la realización de este evento, que podría tener lugar en esta época estival. “El alcalde está con ganas de que se realice en febrero, sino de todas maneras nos gustaría poder seguir haciendolo durante el día de la madre”, subraya.
La vida de Leonor es muy interesante. Se dedicó al modelaje desde los 13 años y alcanzó a trabajar en esta actividad durante dos años, pero sufrió un accidente automovilístico que la dejó postrada por un año. Incluso debieron operarla debido a un hundimiento de cráneo. En ese intertanto su cuerpo cambió. Subió mucho de peso, pero aún así no dejó de creer en sus sueños y siguió por la senda de las pasarelas. “Incluso tuve que aprender a caminar y a hablar prácticamente de nuevo. Me costó retomar la enseñanza media y estudiar en la universidad no fue fácil”.
En ese contexto, retomó el modelaje en 2005, cuando comenzó a desfilar para una tienda que trae vestuario desde Europa para mujer, y en ese momento decidió buscar en internet agencias de modelos para talla grande. En Chile, una reconocida tienda partió con una campaña conocida como “Extra lindas”. "En 2008 partió a Barcelona, España, y me traje la idea de hacer un concurso, sin dejar de trabajar en mi profesión, pues yo soy visitadora médica, pero el 2012 retomé esto, que es lo mío“.
Así es como empezó a desarrollar los denominados concursos “Miss XL Chile”, trabajando con los diversos alcaldes, con un sentido social, para mejorar la autoestima, pero también enfrentando temas de protocolo, dicción y pasarela. “La gente se está atreviendo, y es posible encontrar maniquís más grandes en algunas grandes tiendas, por ejemplo. Pero en Chile aún no hay cultura de moda detallas grandes, eso es indiscutible”.
También hizo referencia a un tema clave: la creación de estereotipos de la mujer, donde se asume que para ser reina de belleza hay que ser delgada. Para Leonor, se trata de prejuicios que no van al caso, porque la mujer chilena no es necesariamente perfecta. “Las campañas de publicidad en televisión con las grandes tiendas muestran estereotipos que no existen, y si existen, son la minoría”, admite.
Sin embargo, reconoce que la gordura “no es parte de la hermosura, yo no le hago una apología. La mujer chilena en general no es flaca, es curvilínea y pesa entre 75 y 90 kilos. Por esto, creo que debemos ser mucho más sinceros sobre quienes somos realmente”, concluyó Leonor. 3801i
QUIERE TRIUNFAR EN VIÑA
También una de sus aspiraciones es ser candidata a reina del Festival de Viña, sabiendo que se trata de un desafío de gran envergadura. “Tampoco me mata, pero me encantaría. Lo cierto es que existe una gran envidia en el medio de la televisión, pero me parecería ridículo que algunas otras niñas se sientan en desventaja conmigo, nada que ver. La diferencia es que soy un referente de la belleza real de Chile. Lo bueno es que ya cuento con apoyo de empresarios, y en mi caso me avala un trabajo serio, con una productora, generando un concurso que es serio. Y he mantenido un grupo de trabajo, dando a las chicas la oportunidad no sólo de sentirse como reinas por un día, sino por varios días. Esa es mi gran satisfacción”, subrayó.