En entrevista con Abriendo El Día, de El Día TV, el presidente regional del Colegio Médico, Rubén Quezada, analizó la situación actual de la región en relación a la pandemia y la inminente segunda ola que pareciera estar cada vez más cerca. Se mostró crítico con algunas medidas tomadas sin incluir al gremio, pero, aseguró, todavía es tiempo para establecer un trabajo mancomunado con las autoridades, e incluso con el sector turístico. Eso sí, enfatizó “se requiere de voluntad”. De igual forma, hizo un llamado a la ciudadanía a seguir cuidándose con las medidas básicas, y valoró que, en cierta medida, al menos los residentes de la zona, estuviesen tomando mayor conciencia del riesgo, lo que se vio graficado en la gran cantidad de personas que acudieron a la Plaza de Armas de La Serena, a tomarse el examen PCR de manera totalmente voluntaria el día de ayer.
- No habíamos visto tanta gente en otros operativos similares…
“Yo creo que esto responde a la necesidad de la población de cuidarse, porque es sabido que estamos en un contexto donde está aumentando el número de contagios, que ha existido una importante llegada de turistas con mucho mayor circulación de personas y aumento de la movilidad, las aglomeraciones. Además, que pareciera ser que la segunda ola se viene más fuerte que la primera, entonces, la gente comienza a tomar con mayor seriedad este tipo de iniciativas, motivado por la incertidumbre. A mí me parece muy bien esta búsqueda activa”.
-La mayoría de los que van son personas de la zona, no turistas. ¿Qué le dice aquello?
“Claro, es positivo, porque sienten que se está haciendo algo para resguardarlos, pero no podemos dejar de señalar tampoco que igualmente las personas que se toman hoy (ayer) la PCR, sólo se podría detectar si adquirieron el contagio varios días atrás, pero no podría detectarlo si lo adquirieron en los últimos días, ni menos protegerlos de un contagio futuro, entonces las medidas de protección no se agotan haciéndose este examen. Eso hay que dejarlo claro”.
Pesquisa activa: sólo asintomáticos
- ¿Estos operativos de pesquisa activa, son para todas las personas?, ¿o sólo para quienes no presentan síntomas?
“Esta búsqueda tiene que ver sólo con los asintomáticos, porque cualquier persona que sienta síntomas, como dolor de cabeza, dolor de garganta, tos, pérdida de olfato, dolor de cuerpo, fatiga, malestar general, deben acudir a un centro asistencial porque es mucho más probable que estén infectados y deben ser evaluados por un profesional, y a diferencia de una persona que se hace el examen en búsqueda activa, tiene que estar en aislamiento porque el riesgo de que esté contagiando es muy alto, aumenta la circulación y es mucho más difícil de controlar”.
-Entonces, la recomendación para quien sienta síntomas es no ir a estos lugares…
“Claro, porque muchas veces hemos escuchado a personas que dicen que tienen fiebre o tos, pero no quieren ir a un centro de salud por miedo a contagiarse, y se van a la plaza, lo que no es una buena decisión, porque, por una parte, si están contagiados van a transmitir el virus a mucha gente que está esperando allí, no va a tener licencia médica para aislarse a la espera del resultado, y va a seguir contagiando tres o cuatro días, y el daño causado va a ser mucho mayor. En cambio, si va a un centro de salud, lo van a atender, y se va a poder ir a la casa o a una residencia sanitaria”.
Las medidas
- ¿Cómo vamos en los índices de trazabilidad?
“Bueno, la trazabilidad debería ser la piedra angular de nuestra estrategia. Lamentablemente no se ha podido ejecutar de la mejor manera en nuestra región y esto tiene que ver, por una parte, en que cuando la autoridad habla de trazabilidad se fija sólo en algunos indicadores que tiene que ver, por ejemplo, en cuánto nos demoramos en avisarle a una persona que está positiva, y cuánto nos demoramos, en una encuesta. Y en eso tenemos buenos números. En lo que no tenemos buenos números es en la cantidad de personas que logramos contactar en esa encuesta”.
- ¿Por qué no se logra aquello?
“Muchas veces las personas positivas nombran a tres o cuatro contactos, y en realidad se ha visto a nivel internacional, donde se ha logrado controlar de mejor forma la trazabilidad, los contactos de un contagio son entre 8 y 12 personas, no menos que eso. Entonces, estamos llegando a muy poquitos. Detectamos a los que ya están, pero no estamos pudiendo ir un paso adelante de la infección logrando pesquisar a estas personas. Y, por otra parte, el financiamiento no es el ideal, porque sabemos que, a nivel ministerial, la estrategia se implementó tarde, llegaron los recursos bastante tarde, pero comenzaron a funcionar, sin embargo, cuando baja la primera ola, se restan los recursos, y el personal contratado, estaba contratado mes a mes, no sabían si le iban a renovar su contrato o no. Muchos equipos iban a las casas a ver a las personas, no tenían seguridad de su continuidad, y cuando la atención primaria tuvo que hacerse cargo de esto, ahora que se viene la segunda ola, no hay claridad”.
- ¿Se quedaron sin personal entonces?
“Claro, y permítame decirles, alguien que estuvo durante todo el 2020 exponiéndose al virus, sin una seguridad laboral, no va a tener muchas ganas de seguir haciendo la misma labor. Entonces, probablemente tengamos problemas con el equipo de salud, de no tener la misma cantidad ni la misma fuerza el 2021, porque muchos estamos cansados, y lo que se nos viene parece que es mucho más intenso”.
- ¿En algún momento nos confiamos?, ¿o se bajaron los brazos?
“Yo creo que no se bajaron los brazos por parte del equipo de salud. Creo que sí ha existido un manejo bastante orientado a los números y desde una perspectiva más económica por parte de quiénes son responsables de distribuir los recursos. Con el cierre del hospital de Contingencia de Ovalle, se pierde una cantidad de camas importante que no sabemos si vamos a poder recuperar (…) Es necesario volver a contar con las camas y con los ventiladores mecánicos, pero además necesitamos personal con seguridad y estabilidad laboral, y obviamente que falta recuperar y mejorar la trazabilidad”.
-Tenemos menos camas, menos ventiladores, pero mayor cantidad de población por los permisos de vacaciones. ¿Cómo se resuelve esta ecuación?
“Primero, lo que nosotros hemos tratado de solicitar a la autoridad en bastantes ocasiones, es trabajar en conjunto. Lamentablemente, la mesa de salud no ha sesionado y el intendente ha tomado decisiones sólo apoyándose en el Seremi de Salud, el director del Servicio. Debiesen ser incorporados también otros actores, como nosotros. Nuestra propuesta es que las decisiones se puedan tomar de manera conjunta considerando la capacidad turística, el estado epidemiológico que estamos viviendo en la región, y la capacidad de la red asistencial, sino se conjuga eso vamos a tener dificultades y nos vamos a quedar en esta dicotomía entre economía y salud que es una falsa dicotomía, porque siento que el sector turismo y el sector comercio deben ser los primeros interesados en tener una buena trazabilidad, en que se generen protocolos para poder controlar esto, para realizar una actividad económica segura”.