Víctima de Cox recurrirá a la justicia ordinaria tras más de 20 años de silencio

Tras más de un mes campaña, este jueves una agrupación de laicos de La Serena envió la carta al Papa Francisco con la solicitud de quitar el nombre de monseñor Francisco Cox de la placa de la Catedral.

El sociólogo Juan Rojas, precursor de la iniciativa que encontró un amplio apoyo ciudadano y también de las autoridades, llegó hasta el Arzobispado con una copia de la misiva para entregársela al actual líder de la arquidiócesis René Rebolledo. Sin embargo, no pudo hacerlo debido a que monseñor se encuentra en Santiago.

CAMPAÑA CIUDADANA

De todas formas, Rojas se manifestó conforme con haber dado este paso, logrando reunir las 100 firmas que se adjuntan a la misiva, y valoró el respaldo de los parlamentarios locales ya que de los 8 diputados, 7 adhirieron a la solicitud, faltando sólo Pedro Velásquez a quien no pudieron ubicar. “Tenemos el apoyo desde la UDI, hasta el partido comunista. Eso da cuenta de lo transversal que es esto”, sostuvo.

El sociólogo cuenta que lograron contactar a 3 víctimas de abusos por parte de monseñor Francisco José Cox, cuando fue arzobispo entre 1990 y 1997, pero que en esta pasada no enviaron sus testimonios al Santo Padre, debido a que las personas “todavía no están preparadas para exponerse”, pero espera que en un futuro cercano sí relaten lo que sucedió, y no sólo a ellos, sino también ante la justicia.

LA UBICACIÓN DE COX

Debido a la gran cobertura mediática que ha tenido el tema de la placa, sumado al contexto mundial y particularmente en Chile, donde se vive una apertura respecto de los casos de abusos cometidos por parte del clero, y los hechos están siendo investigados por la justicia ordinaria, desde Alemania, país donde se encuentra el exarzobispo Cox, se pusieron en contacto con Juan Rojas.

Le manifestaron que el religioso estaría en el Santuario de Schoenstatt de la ciudad de Vallendar, y que agrupaciones locales que luchan contra la pedofilia habrían alertado de la situación por lo que estarían planeando manifestarse en los próximos meses. “Ellos no están de acuerdo con que una persona acusada por estos casos esté refugiada en su ciudad y es válido que lo expresen”, asegura Rojas.

APOYO DE TESTIGOS Y COORDINADORA DE DERECHOS HUMANOS

Felipe Barraza, de la Coordinadora de Derechos Humanos ha estado acompañando la iniciativa de Rojas, y ayer también estuvo en la catedral. Indicó que aunque monseñor Rebolledo no estuviese presente, de igual forma dejarían la copia del documento enviado a Roma en la secretaría. A su vez, le pidió al arzobispo mayor claridad en su posición respecto de lo que ellos están solicitando. “Creo que se ha tergiversado el tema y él (monseñor Rebolledo) se ha manifestado ambiguamente. Nosotros no queremos sacar la placa, como él sostiene, porque sabemos que hay obispos que han hecho bien su trabajo. Lo que queremos es que se elimine sólo el nombre de Francisco José Cox, que empaña toda la trayectoria que ha tenido la iglesia”, precisó Barraza.

Otro de los que se hizo presente este martes fue Jorge Aníbal Bujalil, quien dice haber presenciado los actos de abusos cometidos por el exarzobispo de La Serena, entre ellos, una vez en la que intentó besar a la fuerza a un compañero de curso cuando los tres iban al interior de la camioneta del sacerdote.

Bujalil enfatiza en que con el envío de la carta “se terminan los años de silencio por parte de toda una ciudad”, ya que es precisamente desde la sociedad civil que ha nacido la iniciativa. “Esto debió haber nacido desde el propio mundo eclesiástico, pero si ahora lo estamos haciendo nosotros, está muy bien y esperamos que el Papa entienda de lo que significa para la reparación de las víctimas”, sostuvo.

PRIMERA DENUNCIA FORMAL

Hace algunos días, desde el sur del país una de las presuntas víctimas de Cox rompió el silencio y habló con el medio nacional The Clinic. Su nombre es Abel Soto, de 49 años, oriundo de Chillán Viejo, donde conoció al religioso cuando éste era obispo de Chillán. Fue por esos años que sufrió los primeros abusos. “Recuerdo que él me abrazaba, tiritaba mucho y me daba muchos besos. Me acariciaba por todas partes de mi cuerpo y yo sabía que eso lo hacía sentir bien”, contó Soto a The Clinic.

Y hasta ahora, tal como consigna Juan Rojas, los afectados que pudo contactar en la zona durante su campaña de recolección de firmas, no habían querido hacer públicos los episodios tan dolorosos. Sin embargo, el escenario cambió.

Diario El Día se contactó con Hernán Godoy, quien asegura estar preparando una demanda en contra de monseñor Cox ante la Fiscalía, en lo que sería la primera acción formal en contra del sacerdote.

Godoy, aunque nos autoriza a dar su nombre públicamente, prefiere no entrar en detalles de lo que vivió con monseñor cuando tenía 13 años, ya que no quiere exponerse, pero sí buscar justicia, pese al tiempo transcurrido y que el delito estaría prescrito.

No es la primera vez que se refiere al exarzobispo. En el 2002, cuando explotó el tema, Hernán Godoy acusó haber visto como el prelado besaba en la boca a menores y otras “acciones indebidas”, algo de lo que en su minuto se arrepintió ya que recibió “burlas, críticas y amenazas anónimas”. Pero reconoce que el contexto ha cambiado y ahora, dice, en la demanda no hablará de lo que le sucedió a los demás como la vez anterior, sino de lo que él vivió. “Las cosas son distintas.

"Me estoy asesorando para poner una demanda, en el fondo ahora puedo hablar abiertamente de lo que me pasó a mí con el obispo, no como antes que conté de lo que había visto, no lo que me pasó a mí, por vergüenza”, manifestó Godoy.

¿ES POSIBLE QUE SE INVESTIGUE?

La duda surge de inmediato. ¿Es posible que se acoja la demanda? El diputado por la Región de Coquimbo Matías Walker, asegura que todo es cuestión de voluntad y que el proyecto de Ley de imprescriptibilidad de los delitos va precisamente en esa dirección. “Las víctimas deben tener este derecho al tiempo”, acotó el parlamentario, quien agrega que sería “muy sano” que las víctimas formalicen las denuncias, independiente del momento en que se cometió el abuso. Y en ese sentido también apunta a que los tribunales debiesen investigar antes de desestimar las causas por la fecha de comisión.

“Esto se puede hacer, aplicando la sana doctrina que aplicó la Corte Suprema con los delitos de lesa humanidad amparándose en los tratados internacionales se determinó que los casos debían investigarse antes de determinarse la prescripción. Yo espero que por jurisprudencia, aquí se aplique lo mismo”, manifestó Matías Walker.

LAICOS ESPERAN RESPUESTA

Si se cumplen los vaticinios de Juan Rojas, poco a poco otras víctimas se sumarán a Hernán Godoy, por lo pronto, el grupo de laicos que envió la misiva está a la espera de una respuesta formal, la que tienen fe, llegue en menos de un mes.