Un centro cultural Palace repleto marcó la presentación del documental sobre la historia del grupo Los Cumana. Pero los asistentes no sólo escucharon y observaron su historia, sino que en primera fila estaban sentados los integrantes originales de la afamada agrupación que marcó una época.
Pero, luego de la presentación del trabajo audiovisual Canción Norteña: Los Cumaná de Coquimbo”, de los realizadores santiaguinos EileenKarmy y Martín Farías y la producción del coquimbano Sebastián Clavero, los integrantes sorprendieron con una actuación en vivo y en directo. Ellos mismos admitieron que no se reunían oficialmente hace por los menos 20 años.
RECONOCIMIENTO
Junto con el reconocimiento del público, el municipio porteño, a través del alcalde (s), Patricio Reyes le entregó un galvano recordatorio a la banda origina y a representantes de los integrantes que actualmente están en Bélgica.
Reyes aseguró que Los Cumaná representaban la identidad local y formaban parte de la cultura popular. “De alguna manera, a través de ellos, nos permite rescatar nuestras raíces. El documental, aparte de ser una pieza importante, cuenta su vida y cómo fueron surgiendo desde Coquimbo al resto del mundo y eso es destacable”.
En medio del discurso, el público pidió la presencia del grupo en el escenario de La Pampilla de Coquimbo 2017. En este sentido, Reyes se comprometió a tener en cuenta esta petición al momento de conformar la confección del programa.
NUEVO EMPUJE
Al término de la jornada los integrantes de Los Cumaná agradecieron el reconocimiento de los asistentes y, sobre todo, que un grupo de jóvenes se preocupara de rescatar la historia del grupo.
“Ellos no nos conocían para nada, pero se dedicaron a investigar la historia de un grupo que pudo haber sido mucho más, si hubiésemos sido no tan sanos, esa la verdad. Fuimos un grupo demasiado sano. Mucha emoción por la gente que llegó a vernos y por la gente joven que siempre nos dice cuándo se volverán a juntar y el por qué no siguen”. destacó a diario El Día, Héctor "Tito" Rojas (tumbadoras y voz).
Reconoce que pudieron haber llegado a lo más alto de la música popular, “pero, insisto, nosotros, como provincianos, éramos demasiado sano. Un grupo donde todo era transparente”.
La banda original duró un poco más de cinco años y Rojas asegura que si hubiesen viajado a Estados Unidos con un representante (como lo relatan en el documental) hubiésemos sido un grupo a nivel de los Wawanco o de Los 5 del Ritmo, porque donde íbamos la banda fue sensación, además que éramos muy jóvenes”.
Admite que este homenaje Los Cumaná se lo merecían. “Prefiero esto antes que cualesquier otro galardón rimbombante que hay en la televisión, porque esto es con la gente y lo que siente por nosotros”.
Luis Tirado fue desbordado por la emoción. Su relato fue escueto, pero contundente. “Gracias a Coquimbo porque nunca se olvidó de nosotros. Fue un bonito reencuentro, además que los jóvenes están escuchando algo nuevo que para nosotros es algo muy viejo”.
Juan García (timbaletas) igualmente destacó que se le efectuará en vida este reconocimiento. “No hay palabras para describir lo que sucedió (documental y presentación) y lo que seguirá pasando, porque tenemos las mejores ganas de seguir tocando”, admitió.
Enfatiza que se reencontraron en el escenario después de 20 años, “hicimos unos intentos en la década del ‘90, que no fueron malos porque seguimos actuando en Santiago, Calama y distintos lugares, pero después, por motivos de trabajo, no tuvo la repercusión que hubiésemos querido. Ahora, con más años en el cuerpo hay otras instancias y es digno de análisis”.
Le sorprende y considera gratificante que el grupo aún esté en la retina de mucha gente. “Nosotros fuimos pioneros en grabar y salir del país. Llegamos a un grupo muy selecto que rompió un esquema. Cuando apareció nuestro disco estaba la música romántica con Los Galos, Capa Blanca y Los Ángeles Negros y este grupo juvenil de Coquimbo irrumpe y quiebra un esquema con la música tropical. Pero, cuando hablaban de nuestro conjunto esperaban gente mayor tocando la cumbia, pero uno sentía el aprecio de la gente hacia un grupo muy joven que estaba haciendo música tropical en los ’70”, subrayo García.
Cree que tras la presentación en el Palace, “la vida tiene un antes y un después. No hay palabras para describirlo. Estamos hablando de dos o tres generaciones en la cual mucha gente se enamoró con nosotros. Es una sensación muy enriquecedora”, insiste.