• Decenas de niños pudieron disfrutar de los “vuelos de aguiluchos” a más de 1.500 pies de altura en la capital regional.
Crédito fotografía: 
Andrea Cantillanes
La actividad se realiza desde hace más de una década y permite a niños de distintos colegios acercarse a la aviación desde dentro, viviendo la oportunidad de volar a más de 500 metros de altura a bordo de los aviones del Club Aéreo La Serena - Coquimbo.

La cita era al mediodía y por poco se cancela la actividad, pero una vez más las nubes que suelen envolver a La Serena no fueron impedimento para que decenas de niños disfrutaran de un vuelo en avión por los cielos de la capital regional.

Ailyn Argandoña y sus amigos fueron algunos de los afortunados. Junto a dos compañeros de curso y sus camaradas de su grupo de scouts se reunieron a las 11:00 horas en el colegio Juan Pablo II, de la Parte Alta de Coquimbo para emprender el rumbo hasta el aeródromo de La Serena.

Una vez allí los recibieron los aviadores del Club Aéreo La Serena y Coquimbo, para prepararse para el vuelo.

Ailyn estaba nerviosa. Le teme a las alturas y a sus padres les preocupó la actividad en una primera instancia, pero luego la apoyaron y le dijeron “que dejara los nervios abajo”.

Entusiasmada, la pequeña de 10 años de edad se armaba de valor para su primer vuelo.

Nunca se había subido a ningún tipo de avión, por lo que los nervios y las ansias aumentaban, pero estaba convencida de que iba a ser una oportunidad única y enriquecedora. “Por una parte sentí miedo, pero después me sentí feliz, porque va a ser una gran experiencia para mí”, dijo la estudiante de quinto año básico.

Su objetivo era claro, aprovechar el vuelo y grabar desde las alturas con su teléfono para luego mostrarles a sus amigos y familiares el particular sábado que vivió.

RECUERDOS DE LA INFANCIA.

La pequeña y sus más de 15 compañeros scouts iban acompañados por Víctor Hugo Ríos. Tenía la edad de Ailyn la última vez que se subió a una avioneta y entusiasmado quería que los menores también vivieran esa oportunidad, “fue hace mucho tiempo, pero eso queda para siempre. Es algo muy lindo que yo tuve en ese tiempo y quiero dárselo a los niños” afirmó.

Ríos estuvo en contacto permanente con los padres de los estudiantes, quienes estaban preocupados por la actividad, pero confiaban en que todo saldría bien.  “Estamos esperando porque está el clima malo, si estuviera lindo el día será mucho mejor, pero están todos los niños muy entusiasmados”, agregó al mediodía, mientras esperaban para el vuelo.

JORNADA EXITOSA.

Tal como comentó Víctor Hugo el día no fue el mejor, pero todo acabó bien.

El presidente del club Aéreo, Skip Schaller explicó que los aviones comerciales usan instrumentos especiales para los vuelos en esas condiciones, pero en este caso es vital la visión, por lo que debieron esperar algunas horas para que el tiempo mejorara.

Finalmente las condiciones permitieron desarrollar la jornada con éxito y a los vuelos se sumaron niños del hogar María Ayuda y estudiantes de un colegio de la comuna de Vicuña.

Los “vuelos de aguiluchos” se realizan hace más de una década y patrocinados por la Federación Aérea de Chile permiten a niños conocer más de la aviación. 6302i

 

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