Por cinco días estarán “viviendo el blues” los cerca de 30 niños que son parte de la Academia Integral Magnolia, que parte con guitarras y armónicas en mano a participar de la 12° versión del “Festival Internacional Quito Blues”, que tendrá lugar en la Plaza Foch de Ecuador, entre los días 12 a 17 de agosto.
Los jóvenes músicos irán de la mano de una banda emblema de la Región de Coquimbo, Magnolia Blues Rock, quienes por más de 19 años han estado incursionando en nuevos ritmos, para nutrir con sus raíces diaguita este ancestral género musical.
19 años de trayectoria tiene Magnolia Blues Rock, cinco de ellos trabajando con niños en su academia.
Ayer se despidieron de La Serena con un show en la Plaza de Armas y comenzaron a preparar acordes para las variadas actividades que les esperan.
Partirán en un congreso, donde contarán como ha sido la experiencia de tener su propia academia de música, para luego dar paso a los niños que mostrarán lo aprendido sobre el escenario, que ya proyecta la presencia de más de 5 mil asistentes, como cada año, para luego dar paso al repaso de los éxitos de la banda.
El blues a los niños
Los pequeños han sido “un refresco” para Magnolia Blues Rock, “cuando te nombran una banda te la imaginas con el whisky, las drogas y las mujeres”, comenta Claudio Araya, profesor de música y batería de la agrupación.
Con una carrera ya consolidada, han querido hacer algo diferente y desde hace cinco años han estado formando estas nuevas semillas en un estilo que a los niños acomoda bastante. “El blues es un ciclo de 12 compases y se ocupan 3 acordes. El ritmo es fácil de agarrar y los chicos se van como en un tren, que es lo que buscábamos. Esto sirve como base para que luego ellos se desarrollen como quieran”, indica.
"Este género tiene algo fundamental, quer es la unión entre las raíces de Africa y las raíces occidentales. Esas dos culturas musicales e intelectuales crearon el blues", Claudio Araya, baterista.
Para los músicos también ha sido una oportunidad de buscar nuevas fuentes de inspiración, echando a volar la creatividad en conjunto, en un lugar que para los artistas detrás de “Voy a Largarme” y “Mirando el Mar”, ha significado un renacer en la música.
La academia se encuentra emplazada en la intersección de Prat con Balmaceda, en pleno centro de La Serena, y Araya, como músico y docente, la describe como “todo lo contrario a un colegio. Los chicos se entretienen y echan a volar la creatividad”, indica.
Nuevos sonidos en camino
La 12° versión del encuentro será la tercera participación de Magnolia Blues Rock en el Festival Quito Blues y llegando a Chile la banda no para. Tras el lanzamiento del álbum Tributo Al Blues Vol. 1 en 2017 ha estado trabajando en su sucesor y aunque admite que “hemos demorado un poco”, planean terminar el trabajo pronto.
El cuarto disco de estudio fue un recorrido por toda la gama de subgéneros que ofrece este estilo y con el nuevo proyecto en camino, buscarán revivir la mágica unión entre las raíces africanas con los ritmos propios de esta zona, como ocurrió con El Pulsar de la Tierra (2012), en algo que han calificado como “un renacer en la etnomúsica”. Luego de eso, en carpeta hay mucho, entre lo que se incluye un especial homenaje a Gabriela Mistral.
La trilogía del blues chileno prepara gira
El próximo año se cumplen los 20 años de trayectoria de Magnolia Blues Rock, que nació bajo el seno del rock latino y de a poco fue buscando identidad en el blues, sumado al ancestral sonido diaguita, para lo cual también han tenido que hacer mucha investigación musical. Aún así “yo creo que el blues nos encontró a nosotros”, reconocen.
Para celebrar este largo camino ya visualizan una gira por el país, reuniendo a otras dos bandas que han homenajeado este género en otras partes del territorio nacional: La Rata Blusera y El Cruce. Finalizando el año también pondrían atención en las ofertas que han llegado desde México, “y un sinfín de cosas que siempre van saliendo”, adelantan.