Sentido de la Navidad

La celebración del nacimiento de Jesús es un momento que congrega y resalta aquellas expresiones más valiosas de las personas, abandonando por momentos esas evidencias y conductas que reflejan el carácter de falibles que tenemos los seres humanos. Dice un autor que “la virtud es el estado  y manifestación del equilibrio natural, la acción de la estabilidad que no está separada del orden espontáneo de la vida, que no se amolda ni se guía por ideas premeditadas ni por temores ni recompensas”.En tal contexto, celebrar la Navidad es también el momento propicio para reflexionar en torno a ese equilibrio innato de espontaneidad que impulsa comprender el verdadero sentido de lo humano y lo natural. Así, por ejemplo, cuando aspiramos a la Justicia y al rol de  regulación sistemática  del Derecho, es porque nos hemos vencido ante nuestros pensamientos, y por tanto, la búsqueda de lo justo surge a consecuencia de esa incapacidad de hacer efectiva la propia comprensión y el entendimiento del otro/a como un ser con similares capacidades de  respeto y ponderación. Cuando ingresamos en la categorización moral de lo bueno y lo malo, cuando nos hacemos uno solo con nuestras ideas y creencias, es precisamente el momento en que generamos esa  consecuencia de alejamiento de ese estado de virtud  que permite el equilibrio. Por tal motivo, expandir aquel sentido de lo humano y natural  que por momentos se hace nuestra práctica en Navidad hacia cada instante de la vida, por complejo que parezca, es el verdadero paso hacia una vida alejada de complejidades y materialismo. Disfrutar la Navidad es compartir y apreciar a quienes están en nuestro entorno, es regocijarnos con la felicidad del otro, abandonando el egoísmo y todas aquellas sensaciones de rabia, venganza, celo o cualquier otra expresión o pensamiento que nos distancie de la virtud. En definitiva, vivir la Navidad todo el año se trata, más allá de las creencias religiosas, de contemplar el verdadero mensaje de Jesús, que no es más que un mensaje de verdadero amor y comprensión. ¡Feliz Navidad!