Expertos entregan claves para abordar el coronavirus con los niños

Pese a que, de acuerdo a la experiencia, los niños son el grupo etario de menor riesgo respecto al contagio del Covid-19, son ellos los que en mayor medida pueden sentirse confundidos y atemorizados por la actual situación sanitaria que se vive en el país y el mundo. Por lo mismo, es de vital importancia que los adultos, y los padres de los pequeños, especialmente hasta los 12 años, sepan cómo abordar el tema sin ocultarles lo que está pasando, pero “filtrando” la información a la que tienen acceso, algo que en tiempos de redes sociales es un verdadero desafío, pero no imposible.

Suspensión de clases

Cuando el día domingo el Presidente Sebastián Piñera anunció que se suspendían las clases en todos los establecimientos de Chile, a raíz de la rápida propagación del virus y el avance de las fases (actualmente el país se encuentra en fase 4), para muchos hubo una sensación de alivio ya que existía consenso en que era la medida preventiva que se requería. Sin embargo, en buena medida, la señal que recibieron los niños fue que esta enfermedad de la cual ellos tienen tantas dudas, se había agravado.

El mensaje era claro. No se trataba de vacaciones, sino de intentar estar la mayor parte del tiempo en casa para evitar el contagio. En este contexto, la ansiedad y el miedo que se puede generar en ellos si el tema no se trata adecuadamente, puede provocarles un grave daño y estrés. Así lo explica el psicólogo infantil de la Universidad Central, Javier González, quien si bien llama a no ocultarles la información, sí precisa que es deseable que exista un filtro en relación a lo que acceden.

“En la época en la que nos encontramos hay que ser lo más honesto y transparente posible con la información, entendiendo que la mayoría de los niños tiene acceso a internet de alguna manera u otra, o escuchan lo que los adultos comentan. Es decir, hay que pedirle a los mayores que mantengan la calma, porque ese nerviosismo se les traspasa a los niños, lo que es muy dañino. No podemos transmitirle calma a un pequeño, si el que le está diciendo que esté tranquilo, no lo está”, asevera el experto.

“Tiene que existir este filtro. No es prudente que el pequeño esté todo el día pendiente del coronavirus, ni tampoco que se enteren a cada rato de cuántos muertos hay o cuántos contagiados hay”, Javier González, psicólogo infantil. 

Las crisis

Evidentemente, pueden existir momentos donde el padre deba realizar una contención emocional del pequeño, ante alguna noticia que lo pueda impactar más de la cuenta, o que exalte su incertidumbre, como lo fue para algunos la suspensión de clases. “Lo que hay que hacer ahí, como padre frente a un colapso del niño es estar con él. Ocupar estrategias como ponerse a su altura, abrazarlo y que se exprese, que bote todo, pero al mismo tiempo decirles que ellos mismos pueden hacer cosas para evitar contagiarse. Enseñarles, idealmente lúdicamente lo que es el lavado de manos, de cómo tienen que saludar, etc… Pero siempre, y esto es fundamental, insistirles en que esto es un problema que tiene solución, que el mundo no se va a acabar, y que pronto todo va a volver a la normalidad”, indicó Javier González.

¿Hasta dónde mantenerlos informados?

El experto llama a no ocultar lo que está sucediendo a nuestros hijos, pero, ¿hasta qué punto debe llegar esa información? Para González, si bien la transparencia es fundamental, tampoco es adecuado que los niños vean todo, y necesariamente tiene que haber un filtro respecto a lo que les llega y también en la cantidad de tiempo que lo ven.

“Tiene que existir este filtro. No es prudente que el pequeño esté todo el día pendiente del coronavirus, ni tampoco que se enteren a cada rato de cuántos muertos hay o cuántos contagiados hay. Pero claro, en el contexto es difícil que se olviden del tema. Lo que hay que hacer es mantenerlos con la mente ocupada en otras cosas. Intentar que sigan estudiando, porque en algún momento les van a solicitar tareas, y el resto del tiempo jugar, buscar estrategias, volver al pasado, a los juegos de mesa y en definitiva a compartir más en familia, los que tienen la oportunidad”, argumentó el psicólogo de la Universidad Central, quien agregó que también es importante “recalcarles que muchos profesionales sanitarios están trabajando para entender mejor el virus y reducir así sus riesgos”.

Dar a conocer, pero no alertar

El también psicólogo Rodrigo Torres, coincide en que una de las claves para mantener a los niños en calma es evitar la sobreinformación. “No es necesario que vean todo lo que muestran los medios de comunicación, y lo que aparece en las redes sociales, porque además hay mucha información que es falsa”, precisa el experto.

Precisó que la suspensión de clases, si bien era lo prudente en el contexto de la emergencia sanitaria, puede generar sensaciones de incertidumbre en los alumnos de menor edad. En este punto se hace imprescindible entonces, que los padres o quienes se queden con los niños durante el día “no dejen que la tele, el computador o el celular sean los tutores, y los que informan a los niños”, indicó, haciendo el llamado a los adultos para que “adecúen o adapten” los contenidos que les van a llegar para minimizar la ansiedad.

Torres apunta a que sería una buena estrategia hablar del coronavirus con los niños, cuando se están realizando actividades lúdicas, como una manera de desdramatizar el tema. “Te pongo el ejemplo del lavado de manos. Se sabe que tiene que durar mayor tiempo que un lavado de manos común, y lo que se puede hacer ahí es que lo hagan cantando una canción que dure el tiempo necesario. Esto le quita la carga emocional negativa a una medida necesaria que ellos deben implementar”, expresó el profesional.  

“No es necesario que vean todo lo que muestran los medios de comunicación, y lo que aparece en las redes sociales, porque además hay mucha información que es falsa”, Rodrigo Torres, psicólogo. 

Cuando están solos

Pero en la actual realidad, muchos padres y madres no podrán quedarse con los hijos ya que deben continuar trabajando. En este caso, deben ocupar de la mejor forma el tiempo que tienen disponibles con los chicos, comprometiéndolos y hacerles saber que no están de vacaciones, sino adoptando una medida preventiva. “Cuando tanto el padre como la madre trabajan y no tienen la oportunidad de vivir completamente este proceso con el niño, deben conversar antes de irse y en la tarde cuando llegan de sus labores respecto al tema, e idealmente dejarles tareas. Es muy bueno y didáctico por ejemplo decirle a un niño que durante el día debe construir un afiche que diga “al llegar lávate las manos”. Eso les introduce la idea de la prevención, el niño se hace parte de la solución y los mantiene ocupados”, enfatizó Rodrigo Torres.

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Adolescentes

Con respecto a los adolescentes, Torres aseguró que el tema es diferente, ya que se encuentran viviendo una etapa de su vida en la que, en términos generales, “no les importa y no les da miedo nada. Tampoco el coronavirus”, por lo tanto, lo que los padres pueden hacer “es inculcarles que deben adoptar medidas de prevención, no por ellos solamente, sino que por toda la comunidad para que así adopten un compromiso. Por ahí hay que llegar a ellos, hacerles saber que esto es una causa social y que el resto no se enferme también depende de lo que ellos hagan”, enfatizó.

Educación y preguntas recurrentes

El académico y director de la Escuela de Enfermería de la Universidad Central, Fernando Cortés, puso el acento en la educación y la manera idónea de responder a las preguntas más recurrentes por parte de los menores frente al actual estado de la enfermedad. “Estas no son vacaciones, por lo que los chicos deben mantenerse en sus casas, y deben buscarse alternativas lúdicas de entregar información, pero información que los tranquilice. Es decir, hablarles de la enfermedad pero enfatizando en las medidas preventivas y ojalá de una manera en que no se alarmen”, precisa Cortés.

O sea, no se les puede negar que el virus es peligroso, pero “sólo en algunos casos y si no se toman las medidas preventivas. Y que en la mayoría de los contagiados, los síntomas son leves”.

De igual forma, el académico sostuvo que no se les puede dejar solos frente a la avalancha de información que distorsiona la realidad. “Debemos filtrar, siempre, porque no todo lo que se va exponiendo está puesto en su contexto, sobre todo en las redes sociales. Ellos tienen que estar conscientes de aquello, y lo más importante también es que con la información que les entregamos nosotros como padres en su real dimensión, que los niños también se comprometan con las medidas preventivas”, indica, agregando que, “lo fundamental es que los padres, y en el caso de que ellos no puedan, los adultos que están con los niños, les entreguen la información correcta. Limitar el acceso a las redes es complejo, por eso comunicarse con es fundamental y también una gran oportunidad”, finalizó.