• El temible Bartolo de Zabala
    El temible Bartolo de Zabala

Historias paranormales

Hacia el año 1593 vivía en la ciudad de La Serena un acaudalado vecino llamado Bartolo de Zabala, hijo de Esteban de Zabala, compañero de Francisco de Aguirre.

Él habitaba una casa situada en el lugar que hoy ocupa la iglesia de Santo Domingo, cuyo sitio llegaba hasta la vega. Bartolo tenía 50 años y era capitán, tenía por esposa a doña Laurencia de Ternero, un hijo de 19 años y numerosos esclavos de uno y otro sexo.

Era además poseedor de una viña de mucho valor situada a la margen izquierda del río, y que había pertenecido al fundador de La Serena.

Bartolo de Zabala trataba con inaudita crueldad a sus esclavos, y no pocos sucumbieron a consecuencia de los castigos que su irascible carácter les hacía sufrir.

La mansedumbre y docilidad de ellos llegó al límite y de común acuerdo tramaron su venganza.

Ésta consistió en hacer creer que en su inmueble se aparecían demonios. El plan salió tan bien, que pasado un tiempo toda la ciudad pensaba que la casa de este vecino era la mismísima puerta al infierno, al punto de que muchos pobladores dijeron ver extrañas criaturas en ese lugar.

Se rumoreaba de aves con aspecto demoníaco, que sobrevolaban por las noches. Por eso los vecinos se encerraban muy asustados en sus casas, mientras el afectado no sabía qué hacer para volver a vivir tranquilo.

Para exorcizar su hogar, Bartolo mandó llamar a un grupo de jesuitas que venían desde Europa.

Ellos trajeron dos reliquias: Una, la quijada con una muela de San Matías, que una vez habían arrojado al mar para aplacar una tempestad, y la otra, la cabeza de una mujer virgen.

Los esclavos, al darse cuenta lo que habían provocado nunca más volvieron a molestar.

Tampoco se supo de más “penaduras”, algunas de las cuales ni los mismos esclavos tenían explicación.

Sin embargo, pese a estar limpia, Bartolo no quiso habitar más en la vivienda y años después, por mandato testamentario, donó el solar a los religiosos dominicos que habían venido de Santiago a edificar una iglesia. Hoy la iglesia Santo Domingo está justo sobre el sitio donde ocurrió esta increíble historia. 01 01 i

 

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